Mucho se ha hablado y se habla de este tema, ver a la tecnología como un aliado que acompañe los procesos educativos de nuestra época y no pensar que por el solo hecho de que exista debemos usarla por que sí. En este artículo quisiera dar algunas apreciaciones respecto de la incidencia de la tecnología y como ésta nos influye en nuestras vidas. La innovación educativa puede ir acompañada de la tecnología, siempre y cuando ésta sea bien empleada y sea acompañada de estructuras sólidas para sostenerla. Analizando reconocidos autores en la materia intentaré hacer una reflexión sobre cómo debemos apropiarnos del avance tecnológico para "sobrevivir" creativamente en el contexto educativo.
Cristóbal Cobo en su libro, la “Innovación Pendiente”,
plantea que aún la tecnología no ha sido aprovechada de la mejor manera
en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Coincido con él, en que la
tecnología ha realizado y realiza cambios en nuestros hábitos, nos
modifica en todos los ámbitos del mundo real, ya sea en lo
político-económico, social, tecnológico, cultural, etc.
En la entrevista realizada a Joi Ito, director del MIT Media Lab,
responde a la pregunta de ¿Cuáles son las tendencias tecnológicas del
futuro? Y enumera un conjunto de aplicaciones de la tecnología en
diversos aspectos del mundo real, ya sean aplicado en las ciudades, en
robots como aliados de la gente y no como un reemplazante de nuestro
trabajo -pues así lo plantea Joi Ito- en la comunicación en tres
dimensiones, en la digitalización de las transacciones, el uso de dinero
electrónico a través de blockchain, en la
alimentación, en la medicina, y en la educación entre otras. Pero creo
que al final de su presentación deja un concepto mucho más enriquecedor,
habla de que toda esta tecnología nos conducirá a lo que Joi Ito llama
la "Esfera Pública", donde convergeremos todos
los actores en pos de lograr un diálogo más compartido, colaborativo y
más democrático a través del uso de estas nuevas tecnologías.
Las observaciones realizadas por Joi Ito con respecto a la
inserción de la tecnología en el mundo real, es también analizada por
Cobos en su libro la Innovación Pendiente. Ambos autores, aunque con
enfoques diferentes, dan una perspectiva de como la tecnología
transforma la actualidad en la que vivimos y como esta está en constante
evolución la cual nos obliga a ir cambiando (e incluso en varios
aspectos mutando) nuestra forma de vida, yo diría más precisamente, que
nos obligan a ir “transformándonos” cada día.
Obviamente que coincido también en que la tecnología está en
continuo cambio y evolución, y es una rueda que no hay manera de
pararla. Con lo cual debemos pensar en una tecnología que apunte al
presente pero que de margen para el futuro. Y aquí el termino es
“Innovar”, tal como lo plantea Cobo en su libro.
Hay tecnologías que antes eran de vanguardia en su época, pero en
la actualidad terminaron siendo obsoletas siendo reemplazadas por otras
más innovadoras. Tal como comenta Cobo con respecto a la enciclopedia
Encarta que además de ser propietaria, esta ofrecía acceso a información
educativa cerrada y no editable lo que hacía que el contenido con el
transcurso de los años terminará desactualizándose. En el año 1967,
Theodor Nelson (inventor del término hipertexto), propuso el proyecto XANADU,
el cual planteaba un repositorio general en el que se almacenaría todo
cuanto se escribiese o se hubiese escrito convirtiéndose en un
hipertexto literario universal. Para la época fue una utopía pensar en
su implementación. Actualmente y gracias al avance tecnológico un
proyecto similar tuvo su auge, Wikipedia. Tal es así
que eclipsó y terminó de acabar con los proyectos enciclopédicos en CD
Rom de aquella época. En la actualidad, la tecnología que reemplaza a
estas enciclopedias es Wikipedia, donde los contenidos fluyen y se
actualizan de manera acelerada y distribuida y donde se propicia la creación colaborativa abierta.
Por otro lado, Cobo remarca que “La innovación tecnológica"
solo pareciera tener ojos para el presente-futuro y experimenta poco
entusiasmo por aprender del presente-pasado de la tecnología y la
educación. Es más, pareciera que existe una suerte de amnesia colectiva
en todo lo que guarda relación con la tecnología de ayer”. Y esto puede
ser un problema a la hora de repensar la educación si no tenemos en
cuenta lo anterior para proyectarnos hacia adelante.
Lo anterior, tiene una fuerte relación con los conceptos vertidos
por el Dr. Cañas donde responde a si podemos enseñar a los estudiantes a
usar tecnologías ¿Podemos ayudarles a entender las tecnologías del futuro?
¡Y la respuesta es sí! Hay que sentar bien las bases en el estudiante,
para que le sirvan como andamiaje en el descubrimiento de nuevas
tecnologías a futuro. Cañas promueve a enseñarle o ayudarle al
estudiante a aprender cuáles son los conceptos o el concepto. Lo que son
los datos, las máquinas y a lo que le llamamos computadora, lo único
que hacen es procesar datos de entra en datos de salida y que datos
procesa. En sí Cañas plantea ir a las bases y correlacionarlos con las
tecnologías actuales. Entender los conceptos básicos de la teoría
computacional, no digo que resolverá el problema, pero si ayudará a
entender mucha de las nuevas tecnologías que aun hoy no han sido
creadas. Por consiguiente, esto condice con lo planteado por Cobo, en
tener en cuenta lo anterior.
Otro de los aspectos relevantes indicado por el Dr. Cañas, es que
tenemos que entender que en computación resolvemos todos los problemas
mediante nuevos niveles de abstracción (Abstracción
computacional), y abstraerse ayuda a comprender mejor lo nuevo. Sistemas
Operativos, Aplicaciones, Navegadores (Browser) constituyen ejemplos de
abstracción computacional, que no requieren que se entienda de
procesadores o hardware para poder usarlos. Lo que en la actualidad
hacemos es crear nuevos niveles de abstracción a través de las nuevas
tecnologías, según argumenta Cañas en su charla. Entonces, si entendemos
los niveles de abstracción, lo que vendrá en el futuro serán nuevos
niveles de abstracción, y encuentro más coincidencias con Cañas en esta
argumentación, pues debemos preparar al estudiante a ser capaz de
comprender niveles de abstracción a partir de las bases impartidas. El
problema es cuáles son esos conceptos fundamentales -en nuestro caso,
del cómputo- que debemos tener en cuenta en nuestros alumnos para
situarlos y poder conducirlos al éxito. Sentar las bases del pensamiento
computacional en la escuela primaria y secundaria, es el desafío para
construir a los profesionales del mañana. Preparar estudiantes para
empleos que todavía no han sido creados, es el gran desafío que tenemos
hoy, y si no se entiende desde los ministerios e instituciones
educativas esto, pues no tendremos oportunidades como país a futuro y
contribuiremos nuevamente al fracaso como sociedad.
La sobreinformación
Uno de los problemas que advierte Cobo al igual que otros autores,
es la cantidad de información que encontramos en Internet, esto hace que
se necesiten buscadores de información que nos permitan organizar,
evaluar, seleccionar, conservar, utilizar y reutilizar materiales
digitales. Además, la tecnología nos ha cambiado nuestros hábitos en
materia de acceso y resguardo de información ofreciéndonos otras
herramientas a los usuarios. Hoy los estudiantes de generaciones más
jóvenes acceden a la información en tiempo real, haciendo tendencia de
no disponer de almacenamiento externo para guardar esa información,
guardan en la “Nube”. Aquí vemos otro cambio
tecnológico que hace que hasta los pendrives (como otros medios de
almacenamiento) queden obsoletos para almacenar esa información que se
puede acceder en tiempo real. Coincido con el autor, en esto, la
sobreinformación a la que estamos expuestos es tal que si no contamos
con herramientas tecnológicas que nos ayuden o nos “orienten” hacia una
información más precisa o exacta, conforme a nuestro contexto,
terminaremos desbordados perdiéndonos en el todo.
Producir conocimiento original
Desde la educación, Cobo sostiene que existe una profunda necesidad
de fomentar en educadores y educandos más instancias de producción de
conocimiento original. El valor no ha de estar únicamente en el consumo
de información, que ciertamente es muy importante, sino también en ser
capaz de crear algo nuevo, tanto individual como colectivamente”. Pero
esto de crear información, debe recaer con la “curación”, porque esta
debe ser validada y depurada. La curación es el proceso de organizar,
evaluar, seleccionar, conservar, utilizar y reutilizar materiales
digitales (Penn State University Libraries, 2014). Lo remarca Cobo en su
libro …En nuestros días la curación es una estrategia de
supervivencia. La curación puede hacerse tanto apoyada en tecnologías
como en personas. Uno de los caminos es adoptar sistemas que filtren la
información por nosotros. Pero también se requiere identificar personas
con el interés y el criterio de destilar y seleccionar las fuentes de
valor que nos ayuden a curar contenidos….
Por ende, se busca que esa generación de conocimiento a través de
la promoción de la creatividad, la convergencia de conocimientos y
avances científicos tecnológicos generen nuevo valor, y eso es promotor
de trasformación y cambio en nosotros.
¡Innovar... Crear o Morir!
Al igual que la tecnología, lo que entendemos por “innovación”
no es un concepto estático, es decir, lo que fue innovador ayer quizás
en el presente no lo sea y ya sea obsoleto. Por esta razón, la educación
debe incentivar la creatividad de los estudiantes de dar valor agregado
y no recopilar y copiar información para luego reproducirla de igual
manera en sus producciones. Innovar, ser Creativos, son motores que
propician el cambio.
Tanto Cobo como Joi Ito, indican que algunas tareas mecánicas serán
reemplazadas por máquinas y que existe en la gente una latente
preocupación de que el trabajo será reemplazado por estas dejándolos sin
esa posibilidad. Esta misma presunción la plantea Andrés Oppenheimer en
su más reciente libro “Sálvese quien pueda”. ¿Qué es lo que genera la
creatividad?, se pregunta Oppenheimer. Más que nada, es la presencia de
otra gente creativa. La idea de que la creatividad es algo relacionado
con grandes genios individuales es un gran mito. La realidad es que la creatividad es un proceso social
: nuestros más grandes avances vienen de la gente de la que aprendemos,
de la gente con la que competimos, y de la gente con la que
colaboramos. Y las ciudades son verdaderas fuentes de creatividad.
Siempre fue Así. Por consiguiente, creo que la gente debe estar
preparada y abierta a los cambios y tal como lo comenta Joi Ito, la
tecnología y la inteligencia artificial deber llevar a ser aladas a las
personas y conocido con el ejemplo que tomo este autor para minimizar
ese temor: “los robots se convertirán en compañeros muy importantes.
Imagina un médico del futuro que no tenga que memorizar toda una
carrera de medicina porque tendrá un robot que sabrá todo eso, pero la
interacción con el paciente la realizada el humano porque puede entender
al otro de forma intuitiva”.
Cultura Maker... ¡Poner nuestra mente en Cambio!
Uno de los aspectos que debemos cambiar es que debemos pensar en
crear nuestra tecnología. Cobo la conceptualiza como que estamos
consumiendo tecnología foránea, en la cual seguimos alimentando la
ecuación: unos los crean y otros los consumen. Para esto hace referencia
de la importancia de la Cultura Maker, la que debería no ser
extracurricular en las escuelas e incluirse dentro del currículo
escolar. El movimiento makers surge de la combinación del pensamiento
computacional y la conformación de equipos informales de trabajo
creativo, como los hackatón y de resolución de problemas que buscan
explorar, ingeniar y diseñar ideas para crear nuevas tecnologías e
implementar proyectos. Se diferencia del simple uso de dispositivos
digitales, como escribir un correo electrónico o navegar por la Red,
pues busca desarrollar habilidades y conocimientos para entender cómo
funciona la tecnología. Con esta cultura maker se puede buscar
desarrollar habilidades y conocimientos para entender cómo funciona la
tecnología y a partir de ella crear y consumir nuestra propia
tecnología. Claro está que esto obliga a transformar nuestra manera de
actuar, convertirnos en innovadores, creativos, y nos obliga a cambiar.
Estanislao Bachrach en su libro “En cambio”, plantea que el cerebro se
acostumbra y se resiste a lo nuevo, a nuevas propuestas, en definitiva,
se resiste a cambiar. ¡Pues, forzar nuestra mente a que continuamente
esté generando o expresando cambios, es crecer!, y esa es la manera y
así lo indica Bachrach… ¡Cambiar... o simplemente transformarse!
Guillermo Javier Lafuente.
Director del Grupo de I+D en ambientes Ubicuos, Facultad de Ingeniería de la UNLPam. General Pico (La Pampa), Argentina.
(*) La imagen de portada ha sido Diseñada por Freepik
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